Tierra mía


No quiero abandonarte, tierra mía. Es acá donde tengo mis raíces, donde me he convertido en hombre adulto, donde he sido feliz.

No me dejaste de lado aun cuando tus otros hijos estaban en problemas. No dudaste, tenías que ser justa con todos. La ayuda llegó, desinteresada, sin pedir nada a cambio.

Abriste tus brazos para recibir a muchas aves que tuvieron que volar de sus nidos. No te amilanaste cuando todo se derrumbaba y parecía que no había salida. El sol siempre sale cuando las nubes se esconden.

Eres ejemplo a imitar. ¿Sabes lo que siento por ti? Lo mismo que se siente por una madre. El cordón umbilical desapareció, pero los nutrientes que pasaron durante nueve meses me permitieron nacer y crecer sano.

Del mismo modo la savia corrió por las venas del árbol que pudo crecer robusto gracias a la riqueza del suelo de esta tierra, la nuestra.

Ese árbol soy yo, indoblegable hasta en la batalla más difícil. Me siento agradecido y orgulloso de ser tu hijo.

Acerca de Rosina Peixoto

I still have the capacity for wonder
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