El mundo de mis nietos


El mundo de mis nietos será especial. No habrá guerras, hambre, pobreza ni analfabetismo.
Los problemas del cambio climático quedarán atrás, habrá pocos desastres naturales y menos muertes.
El cáncer será una enfermedad curable, se habrá erradicado el SIDA y los accidentes de tránsito se reducirán al mínimo.
Los niños descubrirán que será mucho más divertido jugar con los juguetes que usaban sus abuelos. El interés por la computadora y por los demás aparatos tecnológicos quedará atrás, siendo reemplazado por películas, libros y revistas.
Sus padres pasarán más tiempo con ellos, la jornada de trabajo se reducirá considerablemente, se retomará el diálogo y las salidas en familia.
Las escuelas y liceos tendrán maestras y profesores que enseñen y que traten a sus alumnos como tales, no como meros números. Se incentivará su capacidad creativa haciendo investigación, experimentos y trabajando fuera del aula.
La mayoría de los jóvenes podrá acceder a educación superior y los que opten por otros estudios será por su interés en carreras técnicas.
No habrá venta de droga, ni consumidores; la palabra “pasta base” se habrá borrado del lenguaje cotidiano ya que desaparecerán los distribuidores.
Recuperarán la tranquilidad, no tendrán miedo de salir a la calle a media tarde y la inseguridad será palabra del pasado.
Vivirán en armonía con sus pares, con su familia y con el medio ambiente; amarán su entorno, su fauna y flora.
No se verá suciedad en las calles, ni gente sin hogar pasando penurias y frío.
No se idolatrará el dinero sino que se usará de forma natural para poder acceder a las necesidades básicas.
La tecnología se usará para el avance de los países en campos como la medicina, la ingeniería, la seguridad, sin necesidad de crear armas nucleares, de robots que reemplacen a la gente en su trabajo o de clones que representen un peligro para la sociedad.
La sociedad será más justa, los jóvenes podrán desarrollarse y avanzar de acuerdo con su capacidad y habilidad y no con su raza o religión.
Se dará prioridad a los vínculos emocionales, afectivos y no a los materiales. El amor, la paz y amistad serán moneda corriente en su mundo.
Podría decir mucho más sobre el mundo de mis nietos, el mundo que quisiera que tuvieran. No sé si estaré viva para comprobarlo, pero ¡qué lindo es soñar!

Acerca de Rosina Peixoto

I still have the capacity for wonder
Esta entrada fue publicada en Cuento, Cuentos, Cuentos cortos, Futuro, Optimismo, Relatos, Vida y etiquetada , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario